La jovende 19 años de Campana ahora será investigada por la Justicia según el pedido hecho por el fiscal Federico Delgado
Luego de que la joven de 19 años no volviera una noche de la escuela, su marido comenzó a recibir mensajes extorsivos. Varios días después, la chica llamó diciendo que la habían abandonado, pero finalmente se comprobó que se había ido a lo de su novio.
Por esto, la joven ahora será investigada por la Justicia según el pedido hecho por el fiscal Federico Delgado, quien estuvo al frente de la investigación llevada a cabo para rescatarla al creer que había sido raptada por una banda.
Tras más de ocho horas de pesquisa, en la que intervino personal de la División Antisecuestros de la Policía Federal y de la Secretaría de Inteligencia, se estableció que la chica había fingido su captura y que además había escrito los violentos mensajes de texto extorsivos que recibió su esposo y que decían, entre otras cosas, que a ella le cortarían el dedo si no pagaba un rescate.
Su marido se llama Domingo Cabral y fue el viernes cuando se presentó en la Comisaría 16ª para denunciar que su esposa y madre de sus dos hijos, Débora Serrano, "había ido al colegio el miércoles 12 de octubre por la noche pero no había regresado" a su casa. Y según denunció, desde el jueves 13 comenzó a recibir llamados y mensajes de texto extorsivos al teléfono de línea de su casa y a su celular.
Pero mientras Cabral estaba en la seccional, sonó nuevamente su teléfono móvil. Era la propia joven, quien le aseguró que acababan de dejarla tirada en un campo y que no sabía dónde estaba.
La investigación, que constó de tareas de inteligencia, escuchas telefónicas directas de cinco abonados con intervención de la SIDE y declaraciones testimoniales, determinó que Débora Serrano no había sido privada de su libertad.
Por el contrario, se descubrió que la joven "se había ido por propia voluntad con su novio Edgardo Balanti a la casa de la familia de aquél en la localidad de Otamendi, partido de Campana, por problemas matrimoniales. Y que había sido ella misma quien envió los mensajes de texto a su marido diciéndole que estaba raptada".
Por esto, la joven ahora será investigada por la Justicia según el pedido hecho por el fiscal Federico Delgado, quien estuvo al frente de la investigación llevada a cabo para rescatarla al creer que había sido raptada por una banda.
Tras más de ocho horas de pesquisa, en la que intervino personal de la División Antisecuestros de la Policía Federal y de la Secretaría de Inteligencia, se estableció que la chica había fingido su captura y que además había escrito los violentos mensajes de texto extorsivos que recibió su esposo y que decían, entre otras cosas, que a ella le cortarían el dedo si no pagaba un rescate.
Su marido se llama Domingo Cabral y fue el viernes cuando se presentó en la Comisaría 16ª para denunciar que su esposa y madre de sus dos hijos, Débora Serrano, "había ido al colegio el miércoles 12 de octubre por la noche pero no había regresado" a su casa. Y según denunció, desde el jueves 13 comenzó a recibir llamados y mensajes de texto extorsivos al teléfono de línea de su casa y a su celular.
Pero mientras Cabral estaba en la seccional, sonó nuevamente su teléfono móvil. Era la propia joven, quien le aseguró que acababan de dejarla tirada en un campo y que no sabía dónde estaba.
La investigación, que constó de tareas de inteligencia, escuchas telefónicas directas de cinco abonados con intervención de la SIDE y declaraciones testimoniales, determinó que Débora Serrano no había sido privada de su libertad.
Por el contrario, se descubrió que la joven "se había ido por propia voluntad con su novio Edgardo Balanti a la casa de la familia de aquél en la localidad de Otamendi, partido de Campana, por problemas matrimoniales. Y que había sido ella misma quien envió los mensajes de texto a su marido diciéndole que estaba raptada".
Fuente: El intransigente
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