sábado, 5 de noviembre de 2011

Atraparon a dos brujos colombianos avivados

PAZ ALTERADA LA TRANQUILA LOCALIDAD SUREÑA CAMBIO CON LA APARICION DE LOS CARIBEÑOS.
Anunciaban por la radio local que curaban todo tipo de males mediante conjuros raros y ritos desopilantes.

Un par de colombianos que anunciaban por la radio ser brujos, espiritualistas, parapsicólogos, conocedores de los más profundos secretos de la tribu amazónica caxioré y que, por ello mismo, poseían las capacidades de curar todo tipo de maleficios y enfermedades, desde hemorroides hasta los más intrincados males de ojo, fueron detenidos por la Policía, luego de birlarle $4.000 a un hombre de 80 años, que se aprestaba a darles otros $5.000.

Todo comenzó cuando Sandra Martina Vega (19), hija de Arcadio Santos Vega (80), un anciano que estaba siendo timado por los caribeños, denunció en la subcomisaría de El Jardín las sospechosas maniobras de los sujetos.

Vega, quien sufre de recurrentes dolores de estómago, escuchó por la radio de la localidad los avisos en los que los “sanadores” daban a conocer que nada era imposible para ellos.
Ilusionado con poner fin a sus insoportables malestares, Arcadio acudió al hotel Vegarde, ubicado en el centro del pequeño pueblo rural de El Jardín, para entrevistarse con los colombianos, quienes habían montado allí su “consultorio”.

Lo hicieron ingresar, lo sentaron frente a una mesa en la que había un sinfín de figuras y estatuillas de santos y demonios, inciensos de todo tipo y yuyos extraños.

Tras concentrarse, uno de ellos le dijo: “Un familiar te hizo mal, pero con este té del Orinoco te vas a curar”. Acto seguido le pidieron $9.000 por el trabajo y le dieron instrucciones: “Tienes que tomar una taza de la infusión todos los días, durante 15 días. Cuando llegue el turno del último vaso, vas a ver la figura del dañino y te podrás vengar de él. Pero a partir de ese momento, nunca más tendrás dolor alguno y, por el contrario, tu energía será equivalente a la de un joven de 18 años”.
Impresionado por el discurso, Arcadio suspiró, tragó saliva e hizo una confesión a los colombianos: “Gracias, hermanos, pero ahora solo tengo $4.000”, los que fueron aceptados como adelanto por los brujos, quienes le exigieron que dentro de tres días les trajera el resto, a lo que el hombre accedió.

Al enterarse su hija sobre lo que estaba ocurriendo y que su padre estaba por liquidar todos sus ahorros, fue hasta la dependencia policial y denunció el hecho el jueves a las 9. Cerca del mediodía los dos colombianos fueron detenidos. El dinero pudo ser recuperado y devuelto a su propietario.

Ambos quedaron a disposición del juez de Instrucción Formal 2 de Metán, Mario Dilascio, quien les tomará declaración indagatoria el próximo lunes, a las 9.

Fuente: El Tribuno

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