Para evitar ser castigada por sus padres, aseguró que la habían secuestrado y contó un relato espeluznante.
Una niña de 12 años inventó una historia increíble: dijo a su madre que había sido secuestrada por dos hombres, quienes la habían introducido en el baúl de un automóvil gris con vidrios polarizados y sin patente. Además, agregó que en la caja del vehículo había otra chica, maniatada y amordazada.
Ante tal relato, que le contó a su madre en su casa del barrio Valle Hermoso, en San Luis, la mujer, Celia Ríos, angustiada, se dirigió hasta la subcomisaría de la localidad y radicó una denuncia por el hecho, que disparó el inicio de un impresionante operativo policial para dar con los sospechosos.
En las acciones participaron efectivos de la Brigada de Investigaciones, el Sistema de Emergencias 911, la subcomisaría de San Luis y la División de Trata de Personas.
La niña, interrogada por los policías, repitió la historia, aportando nuevos detalles: que uno de los supuestos plagiarios vestía una remera verde, tenía una cicatriz en la cara y que parecía ser porteño, por su tonada. Al otro lo describió con mayor simpleza: “Vestía una camisa azul”, dijo.
Según su declaración, los secuestradores se movilizaban por la calle Nevado de Cachi y sin dar muchas explicaciones, relató que en un momento logró escapar
La madre confirmó que a las 17.30, la nena ingresó llorando con la ropa llena de pasto y muy asustada.
Los investigadores no dudaron del relato de la menor, quien había recibido durante esa misma tarde numerosos llamados de su padre, asustado porque no llegaba a horario. Luego confirmaron que había estado en la casa de una amiga, en las cercanías, y que se había demorado más de la cuenta en regresar a su domicilio.
Le hicieron nuevas preguntas y las contradicciones cayeron una tras otra y su estado de nervios se acrecentó.
Finalmente terminó confesando que todo había sido una mentira y que había inventado el secuestro para evitar un castigo por parte de sus padres.
Tras tal confesión, a las 21 y luego de más de tres horas de rastrillajes, los policías dejaron sin efecto la búsqueda.
Algunos de los oficiales que participaron de los operativos se mostraron asombrados por la forma en que la menor armó la historia. “Tenía tal grado de verosimilitud que no dudamos estar frente a un caso complicado”, dijo uno de ellos. “Debería ser guionista de películas policiales”, comentó otro de manera irónica. “Qué imaginación tan frondosa!”, apuntó un tercero.
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