Un ansiano de 83 años, se cayó, cuando se duchaba, quebrándose la cadera y quedando postrado. Estaba solo.
Foto ilustrativa |
Carlos Navarro de 83 años fue rescatado por una empleada doméstica luego de estar atrapado durante casi 48 horas en la bañera de su casa, situada en el microcentro de la capital salteña.
El lunes pasado, por la tarde el Sr. Navarro decidió tomarse una ducha, pero al estar bajo del agua, un movimiento brusco provocó una fuerte caída al suelo y se quebró la cadera.
Pese al intenso dolor que lo dejó en estado de inconsciencia durante varios minutos, el hombre gritó desesperadamente y pidió ayuda, pero estaba solo en su casa, situada en avenida Entre Ríos al 100, y ningún vecino lo escuchó.
Las horas fueron transcurriendo hasta que se hizo de noche y se vio obligado a dormir en ese estado y en ese lugar.
A la mañana esperó tener mejor suerte, pero sus tres hijos, todos mayores, no fueron a visitarlo y, pese a sentir a lo lejos el sonido del timbre del teléfono, siguió en soledad hasta la mañana siguiente, sin alimentarse y con un dolor cada vez más intenso.
La empleada doméstica, que se había ausentado durante el lunes y martes, ingresó a la vivienda y notó un silencio absoluto en la sala, aunque desde el interior del baño se escuchaba la caída del agua. La mujer golpeó la puerta pero nadie respondió, y al ingresar vio a su patrón inconsciente, tirado en la bañera.
Pese al estado de shock que le produjo la situación, se comunicó con el Servicio de Emergencias 911 y, minutos después, los efectivos lograron trasladar al anciano a una clínica.
Los médicos dijeron que está fuera de peligro y próximo a ser dado de alta.
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