lunes, 30 de enero de 2012

Fue “super” ajustado

TORNEO DE VERANO BOCA DERROTO DE NUEVO A RIVER Y LEVANTO LA COPA EN MENDOZA
El xeneize le ganó al millonario por la mínima diferencia. Pablo Mouche marcó el único tanto. Se acabó el fútbol de verano.
Boca volvió a festejar ante River, tras imponerse con un ajustado 1 a 0 en el superclásico disputado anoche en Mendoza, y la Copa quedó en manos xeneize.
Pablo Mouche, de cabeza a los 28 minutos del primer tiempo, anotó el tanto de la victoria boquense.
De esta manera, los dirigidos por Julio Falcioni se quedaron con los dos Superclásicos de verano, luego de imponerse el miércoles pasado en Chaco por 2 a 0.
River manejó la pelota durante la mayor parte del partido, pero Boca se mostró sólido en defensa, volvió a pegar en el momento justo y reguló el trámite, sobre todo en el segundo tiempo.
Boca ensayó una buena jugada sobre los 6 minutos, cuando Sánchez Miño habilitó a Mouche y este cedió de taco a Blandi, pero el centrodelantero se confió y remató mal, desde muy lejos.
Dos minutos más tarde, David Trezeguet sufrió una dolencia muscular y tuvo que dejar el campo de juego, sumando una preocupación a Matías Almeyda a una semana de la competencia oficial.
El elenco millonario manejaba el balón, con Fernando Cavenaghi retrocediendo casi a una posición de enganche y explotando la subida de Carlos Sánchez por la derecha.
En tanto, el xeneize se mostró cautelosos, esperó recuperar la pelota para explotar los contragolpes con la velocidad de Mouche. Y en una de esas jugadas, con River mal parado, Ponzio perdió el balón ante Chávez, este cedió para Ledesma, que con gran esfuerzo llegó al fondo por la derecha y, tras superar a Ramiro Funes Mori, lanzó el centro para que Mouche, en soledad, convierta el gol con un cabezazo.
Los dirigidos por Almeyda contaron con dos chances en los últimos minutos de la primera etapa, ambas con Cavenaghi como protagonista.
En el complemento el gran clásico del fútbol argentino fue más de lo mismo, con River intentando por todos los medios llegar a la igualdad y con el campeón manejando el ritmo. En los minutos finales
 
River transcurrió en la impotencia y las ganas, pero el festejo volvió a ser para el pueblo boquense, que se quedó con  el verano.
 
Fuente: El Tribuno

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