La tradicional marcha reivindicó sus derechos y pidió la pronta sanción de la ley de indentidad de género.
Si volviera a nacer, volvería a ser lo que soy hoy”, dijo Georgina Mons, quien en su espalda portaba un arcoiris pintado, símbolo de la diversidad sexual. Ella fue una de las tantas travestis que participó de la octava Marcha del Orgullo Gay que se realizó ayer en Salta. Esta vez el objetivo no solo fue reivindicar los derechos de lesbianas, gays, travestis, transexuales, bisexuales e intersexs, sino bregar por una ley de identidad de género.
Cuerpos llenos de purpurina, trajes multicolor, música y baile fue lo que decenas de lesbianas, gays, bisexuales y travestis (LGBT) mostraron por las calles del centro para reafirmar un mismo mensaje: No a la discriminación por orientación sexual e identidad de género.
Al grito de “ley de identidad ya”, cerca de 2.000 personas estuvieron su presentes;, así lo confirmó la Policía de la Provincia.
Entre los principales pedidos alentaron la aprobación de la ley de identidad en la Argentina y la derogación del Código de Contravenciones de la Provincia.
“Queremos que la Policía no nos discrimine y que no nos lleve presas por ser lo que somos”, dijo Giselle en referencia a las trabajadoras sexuales.
La presidenta del Foro de Mujeres por la Mejoras de Oportunidades, Irene Cari, destacó: “No se puede tener vigente una ley contravencional que se opone al trabajo que se realiza desde organismos como el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo)”.
El recorrido se inició en el Teleférico, a las 20, continuó por avenida San Martín hasta Pellegrini, retomó por calle Urquiza, Buenos Aires, hasta llegar a la plaza principal.
Entre los carteles que se observaron en la marcha estuvieron las fotos de Pelusa Liendro y Celeste, dos travestis referentes en la lucha por los derechos de los LGBT en la provincia y que fueron asesinadas.
Dos camionetas con sus equipos de sonido captaron la atención de peatones, comerciantes, turistas, jóvenes, adultos y adolescentes.
“La respuesta de las personas fue muy buena en relación con otros años, en los que veían avanzar a las chicas y huían”, contó Cari.
Muchos salteños no dudaron ensacarse fotos y sumarse al recorrido. Marisol contó que esta fue la primera vez que participó de la marcha: “Lo hago porque tengo amigos especiales y son muy buenos”.
Fuente: El Tribuno
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