Lo engañó como a un niño y le robó

Un hombre lo invitó a tomar bebidas alcohólicas y luego escapó con su moto

Al menos diez malvivientes atacaron a los dos hombres, y uno de ellos se fue en el vehículo del otro y no regresó jamás.

Policías de la subcomisaría de villa Asunción detuvieron en las últimas horas a Nicolás Alberto “Flogger”

Maldonado (21), integrante de la patota “Los Pillos”, acusado de haber robado una motocicleta Gilera de 110 centímetros cúbicos a un joven identificado como Héctor Ramón Farías (30), el pasado 31 de octubre, a las 22.10, en el barrio Alta Tensión, en la zona sudeste de esta ciudad.

El hecho, que se dio en el marco de una sucesión de curiosidades, se registró cuando los dos sujetos -que no se conocían- se trabaron en una amena charla en un quiosco ubicado en una esquina de la barriada.

Maldonado invitó a brindar a su nuevo amigo, quien se encontraba a bordo de su rodado.

Minutos más tarde, los hombres (que ya parecían compinches de toda la vida) se dirigieron hacia otro almacén a comprar más bebidas alcohólicas y en ese instante aparecieron no menos de diez integrantes de

“Los Pillos” y los atacaron a golpes de puño.

Maldonado aprovechó que la mayoría de los pandilleros increpaba a Farías y huyó en la motocicleta de su nuevo amigo con rumbo desconocido.

Al llegar a su hogar, ubicado en el barrio El Rosedal, el dueño del ciclomotor le comentó la situación a su hermano, Oscar Farías (36), quien minutos después radicó la denuncia en la seccional de la zona.

Tras una serie de investigaciones, los efectivos constataron que la persona que había estado con Farías era

“Flogger” Maldonado, un joven de frondoso prontuario y uno de los líderes de “Los Pillos”, que operan en esa zona y que en conjunto le había preparado una “cama” a la víctima. Después de tomar conocimiento del caso, el secretario del Juzgado de Instrucción Formal 7, Rubén Altamirano, ordenó la detención del sujeto y ordenó el allanamiento de su domicilio, en villa Asunción, donde efectivamente se encontraba la motocicleta, oculta detrás de unas chapas en el fondo.

Fuente: El Tribuno