domingo, 6 de noviembre de 2011

Al payaso asesino le sacaron el cerebro para estudios

ARCHIVO DEL CRIMEN/Estados Unidos Illinois, 10 de mayo de 1994

Tremendo. El payaso confesó haber asesinado a 33 chicos e indicó la ubicación de 28 de los cadáveres a los investigadores.
Tumbas. La mayoría estaban enterrados en su casa; cinco los arrojó a un río. Ocho cadáveres no lograron ser reconocidos.

 
Después de la ejecución del matador serial John Wayne Gacy, una médica psiquiatra compró su cabeza.

El 10 de mayo de 1994, un guardia se acercó a la celda de alta seguridad de la penitenciaría Stateville en Crest Hill, Illinois, con una bandeja que contenía una cena compuesta por camarones, pollo y papas fritas y de postre, fresas. Eran para Jhon Wayne Gacy quien comió opíparamente en la que fue su última cena.

Luego marchó por el pasillo hacia la sala de ejecución donde le aplicaron los químicos letales que pondrían fin a la vida de uno de los asesinos seriales nmás peligroso de los Estados Unidos, conocido como “Pogo, el payaso”.

En las afueras del penal, no hubo nadie que pidiera por su vida, todo lo contrario, cientos se quedaron en el lugar para irse a sus hogares con la certeza de que el criminal, hombre de doble vida, había muerto. Además, la espera de su ejecución, se tomó como una celebración: había carros con comida y vendedores de souvenirs. Cuando Pogo entró a la sala de ejecución se dio vuelta y le dijo al guardia “Bésame el c.... Ahora nadie podrá encontrar los cadáveres”. El payaso nunca mostró un atisbo de arrepentimiento.
  • La doble vida de un asesino
En el juicio que comenzó el 6 de febrero de 1980 John Wayne Gacy fue hallado culpable del secuestro y muerte de 33 jóvenes de entre 9 y 20 años, entre 1972 y 1978, todos varones heterosexuales. En todos los casos hizo uso de su buen humor y encanto para atrapar a sus víctimas, a quienes violaba en reiteradas oportunidades hasta que finalmente se deshacía de ellas. Sin embargo hubo dos casos, en que los dejó abandonados, con vida, en lugares alejados. Uno de ellos fue testigo fundamental.
Wayne Gacy era un hombre relativamente exitoso, si bien tenía pocos estudios, tenía un espíritu comercial desarrollado y rápidamente avanzó en los negocios. Llegó a ser gerente de un local de comidas.

En sus momentos libres se dedicaba a realizar acciones sociales en lugares de beneficencia disfrazado como el payaso “Pogo”, tal fue el nombre que le puso a su personaje. También actuaba en cumpleaños y era un demócrata que trabajaba activamente en las campañas electorales. Llegó a fotografiarse con la esposa de Jimmy Carter, Rosalyn.
  • Su infancia
John Wayne Gacy nació en Chicago, Illinois, en 1942 y tenía dos hermanas. Tenía ascendencia polaca y danesa. De niño era obeso, y tal vez por eso era el protegido de sus hermanas y de su madre, quienes lo consolaban del maltrato permanente que le daba su padre, Samuel, un alcohólico que lo golpeaba de manera permanente y lo trataba de “marica”, “estúpido” y “niño de mamá”. Tenía 9 años cuando fue violado por un amigo de la familia. Justamente, la edad de su víctima más pequeña. Como si fuera poco, a los 11, sufrió un fuerte golpe en la cabeza con una hamaca que le dejó un coágulo, recién detectado a los 16 años, producto de los recurrentes desmayos.

El regordete y simpático muchacho, cuando cumplió los 22 años se fue de su casa y se mudó a Springfield, Illinois, para trabajar como vendedor. Allí conquistó a Marlynn Myers, una compañera de trabajo con la que se casó en septiembre de 1964.

La tortuosa relación que tuvo con su padre lo marcó a fuego. Los problemas sexuales de John en su adolescencia fueron graves, tal vez por eso se fue de su ciudad para emprender una nueva vida. Sin embargo los insultos del padre resonaban en su cabeza cada vez que estaba con su mujer lo que le impedía tener erecciones. Una de las pocas veces que lo logró, su esposa quedó embarazada de una niña. Mientras tanto, había comenzado a experimentar con relaciones homosexuales. Al principio algunas fueron consentidas por sus partenaires de turno, pero luego esto no lo satisfizo y comenzó la búsqueda de sus víctimas. Cuando en enero de 1972, clavó el cuchillo en el cuerpo de un joven y vió como la sangre brotaba, sintió una sensación de excitación que le permitió la erección y un disfrute que desconocía.
  • El fin de su matrimonio
El primer matrimonio de “Pogo“ el payaso terminó luego de ser declarado culpable por abuso sexual a varios menores. Esto ocurrió en 1968 y por estas causas fue juzgado y encontrado culpable. Lo sentenciaron a 10 años de prisión, pero luego de 18 meses y debido a su buen comportamiento, salió en libertad condicional.

Cuando respiró fuera de la cárcel decidió mudarse nuevamente a Illinois, donde ocultó su registro criminal con éxito. Ninguna sospecha recayó sobre él, hasta que el 12 de diciembre de 1978, comenzaron a investigarlo por la desaparición de un adolescente de 15 años, Robert Piest, quien fue visto por última vez junto a él. Finalmente se realizó un allanamiento en la casa de este simpático y agradable vecino encontrándose diversos artículos relacionados también con otras desapariciones. En diciembre de 1978, Wayne se presentó a la justicia con sus abogados y confesó sus crímenes.

A partir de ese momento, se desencadenó la investigación que terminó con el hallazgo de 33 cadáveres, ocho de los cuales nunca se pudieron identificar.

Fuente: El Tribuno

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