jueves, 27 de octubre de 2011

En varias localidades hay más perros que gente

 
Según un relevamiento sanitario, hay 4 animales por familia. En el interior es grave el problema de los perros callejeros.

La proliferación de perros callejeros, ya sea porque no tienen dueño o porque éstos los dejan deambular sin control por las calles, representa un grave problema ante el peligro de posibles ataques y transmisión de enfermedades como la rabia.
En Rosario de Lerma, por ejemplo, las autoridades sanitarias mostraron su preocupación al confirmarse el exceso de población animal en tenencia doméstica.
Según el censo poblacional de mascotas que se lleva adelante en la ciudad, en algunos barrios como San Jorge, San José y Ecosol, hay cuatro animales por núcleo familiar.
Los datos se relevan en el marco de la campaña de vacunación antirrábica que lleva adelante la Dirección de Seguridad Ciudadana.
“Generalmente, la gente cría perros y, en menor proporción, gatos. La mayoría no cuenta con carné de vacunación. La situación se vuelve insostenible con la reproducción de las mascotas”, explicó Néstor Méndez, responsable del área.
Otro dato curioso es que muchas familias no se desprenden de los animales de corral, como terneros, chanchos y conejos, entre otros, y los mantienen hacinados en pequeños espacios en el fondo de las casas.
Como medida, se implementará un plan de esterilización de hembras en el padrón de canes peligrosos, aprobado por ley provincial. “Si no controlamos esta situación, estaremos expuestos al brote de enfermedades de transmisión animal”, agregó el funcionario.
A esta campaña animal se le suma la preocupación de los vecinos por la proliferación de animales callejeros. “Lamentablemente muchos optan por envenenarlos. Se debería realizar una campaña de castración para evitar estos males”, se quejó una vecina de barrio Parque Las Rosas, donde el año pasado un enajenado provocó una matanza de 20 perros con un insecticida.
  • El panorama en el interior
En varias comunas los vecinos expresaron su preocupación por el ataque de los canes. El promedio de mordeduras registradas es de tres por mes. Según datos de la Dirección de Control y Bromatología de Gemes, se estima que hay 10 mil perros en toda la ciudad. La cifra fue relevada en base al registro de aplicación semestral de vacunas.
Del total, unos 1.200 son callejeros, cantidad que se triplica si se toma en cuenta a aquellos que tienen dueño, pero éste no se hace cargo y los deja deambular por las calles.
Esto provoca que la situación en algunos barrios sea alarmante, ya que las calles están atestadas de perros con distintos estados de ánimos. Cabe destacar que no existe actualmente ninguna perrera, por lo que la única prevención son charlas que se brindan periódicamente en centros vecinales o escuelas. Se calcula que cada año hay unas 35 denuncias por mordeduras de perros, con una frecuencia de dos o tres por mes.
Por su parte, en Rosario de la Frontera, la situación es similar: en lo que va del año ya se asentaron 31 mordeduras de perros, con un promedio de 3 al mes, según la Dirección de Bromatología local.
En este sentido, se lleva adelante una campaña de castración entre la comuna y las veterinarias de la ciudad, con operaciones sin costo alguno, ya que los gastos son cubiertos por la Municipalidad.
Por su parte, en Orán se denuncian dos episodios por mes. Muchos vecinos optan por no realizar las denuncias. “Es una pérdida de tiempo”, señalan.
  • Perros Peligrosos
La ley 7.135 de registro de propietarios de perros peligrosos contempla la creación de un registro provincial de propietarios y la apertura de delegaciones en cada municipio, donde se consignarán datos del solicitante y las características del perro. La inscripción debe hacerse antes de que el perro cumpla 6 meses. Luego el animal será identificado mediante la colocación de un chip. Para circular por la vía pública se deberán utilizar correa, collar y bozal. Se prevé hasta 15 días de arresto a los dueños de perros que protagonicen ataques.
Son considerados peligrosos aquellos que, por su tamaño o fortaleza de mandíbula, tengan capacidad de causar la muerte o lesiones graves a las personas. También aquellos con antecedentes de agresiones y los adiestrados en ataque y defensa.
 
Fuente: El Tribuno

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