jueves, 27 de octubre de 2011

¿Quién era Moamar Gadafi?

Durante casi 42 años en el poder en Libia, Moamar Gadafi fue uno de los dictadores más excéntricos del mundo, tan inestable que las potencias occidentales lo condenaban a la vez que trataban de ganarse sus favores, mientras ejercía un despotismo brutal sobre su propio pueblo, que acabó por derrocarlo.

Gadafi era un hombre de contrastes. Fue un patrocinador del terrorismo cuyo régimen fue culpado por dinamitar dos aviones de pasajeros, aunque luego ayudó a Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo. Fue un nacionalista árabe que se mofaba de los gobernantes árabes. Y como paradoja, predicó una utopía "revolucionaria" del poder popular pero era el epicentro de una dictadura personalista que alimentó la revolución en su contra.

Su muerte el jueves a los 69 años - confirmada por el primer ministro Mahmud Jibril - ocurrió cuando los insurgentes libios tomaron el últimos bastiones de Gadafi en su aldea natal de Sirte.

Su declaración final de victoria fue formulada semanas después de que fuera barrido del poder por los insurgentes que entraron triunfalmente en Trípoli el 21 de agosto, tras seis meses de guerra civil.

"¡Bailen, canten y luchen!" pidió Gadafi a sus seguidores incluso cuando el enemigo se encontraba en las afueras de la capital, antes de adentrarse en el interior de Libia, donde sus incondicionales continuaron batallando con los insurgentes.

"De noche, Moamar sueña; de día, decide", decían los libios en referencia al carácter arbitrario con el que el dictador gobernaba el país, como exigir que todas las puertas de los comercios fueran pintadas de verde, el color de su régimen. O quejarse que los libios viajaban al extranjero para recibir tratamiento médico y decidir que se debía a la carencia de médicos libios, por lo que ordenó a la principal facultad de medicina de Trípoli que aceptara 2.000 nuevos estudiantes, pese a tener capacidad solamente para 150.

Incluso bautizó los meses, llamando a enero "Ayn al-Nar", en lengua árabe "Donde está el fuego"

En la última década, el poder quedó concentrado en sus ocho hijos, que pasaron a encabezar unidades militares de élite. Su hijo Seif al-Islam, educado en Gran Bretaña, era considerado su sucesor. Se desconocía su suerte el día que murió su padre.

Su única hija, Aisha, se hizo abogada y colaboró en la defensa de Saddam Hussein, el derrocado dictador de Irak, en el juicio que concluyó con su ajusticiamiento.

Gadafi usó los ingresos generados por el crudo para construir escuelas, hospitales, regadío y viviendas en una escala nunca vista por esta nación del Mediterráneo.

"Realmente transformó a Libia de uno de los más atrasados y pobres países de Africa en un estado petrolero con una gran infraestructura y razonable acceso del pueblo libio a los servicios esenciales que necesitan", dijo el profesor George Joffe, de la Universidad de Cambridge.

Empero, un tercio de los libios siguen en la pobreza. Gadafi otorgó generosos beneficios a ciertos rincones del país, como Trípoli. Mientras tanto, el oriente de Libia, fuente de la rebelión de febrero, languideció durante años.

Por lo menos uno de sus hijos, Saif al-Arab, fue muerto durante el levantamiento del 2011, y otro, Khamis, al parecer fue abatido. Otros, junto con su esposa Safiya, huyeron a Argelia o Níger. Seif al-Islam y Muatassim,que mandaba una de las unidades militares que participó en la represión de los manifestantes, huyeron y se ocultaron tras la caída de Trípoli.


Fuente: AOL

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