La alumna que se hizo pasar por María Cash fue expulsada de la escuela. A pesar de ser solo una travesura, el caso escapó a la jurisdicción escolar. Los padres aseguran que no hubo posibilidad de diálogo.
Una broma entre compañeras de un colegio, que terminó con la expulsión de una de ellas, generó una fuerte polémica que trascendió los límites de la institución y llegó, incluso, a la Justicia y a las autoridades del Ministerio de Educación.
A un mes de la graduación, la autora de la travesura podría perder el año. El episodio desnuda signos de autoritarismo, algunos graves, que persisten en el sistema educativo.
El hecho ocurrió en la escuela Gorriti, ubicada en barrio Belgrano de esta ciudad, el viernes 14. Allí, una alumna de 2ª del nivel polimodal, Laura Enríquez, en una hora libre, decidió llamar por celular a una compañera, haciéndose pasar por María Cash. Con voz compungida, dijo que se encontraba secuestrada y que necesitaba ayuda. La chica se asustó y le pasó el llamado a un profesor. Luego de algún momento de confusión, el docente hizo la denuncia que generó un operativo policial. En pocos minutos, los agentes de la División Trata de Blancas y la Policía entraban en la escuela.
Laura asegura que cuando vio la dimensión que adquiría el hecho, antes de que llegara la policía, volvió a llamar y dijo que todo era una broma. Por temor, no se identificó.
Recién el lunes pasado la directora del establecimiento, Julia Casanovas, llamó a sus padres para hacerles firmar un acta de suspensión, con la que, por excederse en la cantidad de faltas (25), quedaba libre.
La situación se agravó cuando a la madre de la joven se le impidió leer el acta antes de firmarla. Esto generó una fuerte discusión, que terminó con una amenaza de Casanovas, quien le dijo que no agravara el problema, ya que la decisión había sido tomada por orden del juez de instrucción Federico Diez, con conocimiento de las autoridades educativas. Sin embargo -según relató la madre-, en un momento Casanovas le propuso que, para evitar consecuencias más graves, le ofrecía darle “un pase bajo poncho a otra escuela”.
La directora, dijeron los padres -Samuel Enríquez y Patricia González-, les informó que la joven había incurrido en un delito federal.
Fuente: El Tribuno
- Notas Relacionadas:
No hay comentarios:
Publicar un comentario