Activistas entregaron al Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos una petición con más de tres mil 500 firmas para impedir la deportación del joven indocumentado Shamir Ali.
"Queremos que cancelen su deportación", dijo el joven indocumentado Matías Ramos, quien señaló que él también enfrentó una situación similar cuando se le puso un grillete electrónico, pero su deportación fue postergada por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) hasta marzo próximo.
Las medidas "restriccionistas" del gobierno federal y de estados como Arizona y Alabama "han causado un dolor tremendo en nuestras comunidades, y la respuesta tiene que salir de nosotros mismos; vamos a seguir parándonos aquí contra hechos que son inmorales", manifestó.
Un pequeño grupo de jóvenes esperó a la puerta de entrada del Departamento de Seguridad Interna en Washington para entregar la petición.
Los jóvenes pidieron al gobierno del presidente Barack Obama a que cumpla su promesa de suspender la deportación de personas que reúnen los requisitos bajo el proyecto de ley Dream Act, que busca legalizar a los estudiantes indocumentados que llegaron de niños al país.
Ali, originario de Bangladesh, creció en la Florida desde los siete años cuando llegó con su madre. El joven de 25 años estudió un año en Palm Beach State College, pero espera la aprobación de una ley que le permita continuar sus estudios.
El joven fue arrestado la semana pasada por agentes del ICE en una redada en el concesionario en Miami donde trabajaba.
El director de la oficina de ICE en Miami, Marc Moore, negó en una carta hacer uso de su autoridad discrecional en el caso de Ali, al minimizar el impacto de su deportación en su familia.
Rosa Saavedra, responsable del proyecto "Educación, no deportación" de United We Dream, manifestó que son necesarias las medidas de presión, como la entrega de las firmas y el uso de las redes sociales, para que Ali "se quede en este país donde creció".
Agregó que es necesario aprender de las luchas pasadas de los afroamericanos por sus derechos civiles, para lo cual es necesario que "el movimiento proinmigrante crezca" todavía más.
"La administración de Obama ha prometido a inmigrantes y sus familias una aplicación más sensata y humana de las leyes de inmigración", señaló en un comunicado el joven activista Felipe Matos, de la organización Presente.org.
"Yo soy indocumentado. Se que podría ser el próximo en ser encarcelado y deportado. No voy a esperar a convertirme en el próximo Shamir", manifestó.
Agregó que "lo que vemos en la práctica es la sed insaciable de ICE por cumplir con la cuota anual de 400 mil deportados" anualmente.
"Queremos que cancelen su deportación", dijo el joven indocumentado Matías Ramos, quien señaló que él también enfrentó una situación similar cuando se le puso un grillete electrónico, pero su deportación fue postergada por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) hasta marzo próximo.
Las medidas "restriccionistas" del gobierno federal y de estados como Arizona y Alabama "han causado un dolor tremendo en nuestras comunidades, y la respuesta tiene que salir de nosotros mismos; vamos a seguir parándonos aquí contra hechos que son inmorales", manifestó.
Un pequeño grupo de jóvenes esperó a la puerta de entrada del Departamento de Seguridad Interna en Washington para entregar la petición.
Los jóvenes pidieron al gobierno del presidente Barack Obama a que cumpla su promesa de suspender la deportación de personas que reúnen los requisitos bajo el proyecto de ley Dream Act, que busca legalizar a los estudiantes indocumentados que llegaron de niños al país.
Ali, originario de Bangladesh, creció en la Florida desde los siete años cuando llegó con su madre. El joven de 25 años estudió un año en Palm Beach State College, pero espera la aprobación de una ley que le permita continuar sus estudios.
El joven fue arrestado la semana pasada por agentes del ICE en una redada en el concesionario en Miami donde trabajaba.
El director de la oficina de ICE en Miami, Marc Moore, negó en una carta hacer uso de su autoridad discrecional en el caso de Ali, al minimizar el impacto de su deportación en su familia.
Rosa Saavedra, responsable del proyecto "Educación, no deportación" de United We Dream, manifestó que son necesarias las medidas de presión, como la entrega de las firmas y el uso de las redes sociales, para que Ali "se quede en este país donde creció".
Agregó que es necesario aprender de las luchas pasadas de los afroamericanos por sus derechos civiles, para lo cual es necesario que "el movimiento proinmigrante crezca" todavía más.
"La administración de Obama ha prometido a inmigrantes y sus familias una aplicación más sensata y humana de las leyes de inmigración", señaló en un comunicado el joven activista Felipe Matos, de la organización Presente.org.
"Yo soy indocumentado. Se que podría ser el próximo en ser encarcelado y deportado. No voy a esperar a convertirme en el próximo Shamir", manifestó.
Agregó que "lo que vemos en la práctica es la sed insaciable de ICE por cumplir con la cuota anual de 400 mil deportados" anualmente.
Fuente: AOL
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